lunes, 24 de octubre de 2011

Crimen y Castigo...amurallarse y no permitirse amar ni ser amado.

Tendría algo así como 17 años cuando leí Crimen y Castigo de Fedor Dostoievski, en la Novela de Dostoievski el elemento central es la percepción que el personaje principal Raskolnikov tiene de su entorno y de lo que cree que el entorno percibe de él. En la voragine de sus pensamientos y con el peso de un crimen en sus hombros inicia un viaje sin retorno. Leer ese libro me resultó una experiencia fuerte y reveladora: Los misterios de la conducta humana. (se dice que el  Psicoanálisis de Sigmund Freud tiene gran origen en el libro).

Hace poco recordé el libro, una persona que quiero me reveló que estaba dudoso de acudir a una reunión de amigos que tenía años de no ver, me dijo que le daba miedo... hubo silencio y luego agregó: No sabía que pensarían, ó dirían los demás de mi, me siento muy inseguro y no existe una razón para estarlo. Finalmente tomó la desición correcta, venció sus miedos, acudió a la reunión y se descubrió amado por mucha gente.

¿ Porqué los seres humanos nos castigamos pensandonos no merecedores de amor ?

Fuí con mi hijo a una tienda departamental y nos topamos con 3 jovenes mayores que él que habían sido compañeros de él en un grupo coral al que finalmente por causas ajenas a él ya no pudo asistir; pregunté a mi hijo si iría a saludarlos y el me dijo que no con cierta pena, entonces le advertí algo: "Si no los saludas no pasa nada, pero a la próxima que los veas será mas dificl saludarlos. En cambio si los saludas habrás vencido un miedo y sabrás si se acuerdan ellos de tí, tu decides"  pensó por un momento y fué a saludarlos, le abrazaron y le dijeron que le extrañaban, ya de regreso jamás olvidaré ese brillo en los ojos de mi hijo, lo que pudo ser una perdida, fue una gran ganancia.

En algun momento de nuestras vidas construimos fuertes para protegernos, y cuando nos damos cuenta se hicieron grandes e infranqueables murallas de las que nos es dificil salir. Confieso que yo mismo tuve muchas perdidas a causa de ello.

La certeza del Amor no proviene de afuera, ni obedece a factores externos, inicia adentro de nosotros, y así lo reflejamos, fortalecemos y donamos. Aún en el caso de un rechazo externo, si abonamos dentro de nosotros lo suficiente, sabremos amar en tal situación.

En los Evangelios la Samaritana entrega sus miedos a Jesús "He tenido 5 maridos y el que tengo ahora no lo és" y entonces puede ver dentro de sí sin culpas y encuentra la liberación tan buscada, y se sabe amada y capaz de amar. Nunca mas el auto-rechazo, ni la autocompasión, y lo demuestra la seguridad de ir de puerta en puerta de quienes la rechazaban, a compartir su liberación y a invitarles a conocer a Jesús.

Bajemos la guardia, busquemos, resolvamos y derribemos murallas,  que siempre habrá razones para amar y para descubrirse amado.

Rezamos, Buscamos y Agradecemos juntos!!!