viernes, 23 de diciembre de 2011

La Tristeza de la Navidad

Y sucedió que , mientras ellos estaban ahí,se le cumplieron los días de alumbramiento,
y dió a luz a su hijo primogénito,  lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre,
porque no había sitio para ellos en la posada.
(Lucas 2, 6-7)

La tristeza de la navidad es el primer capitulo del libro "Evangelios Molestos" escrito por el sacerdote catolico Alessandro Pronzato  el cual les comparto transcribiendolo:

Para narrarnos el acontecimiento más solemne de la historia del mundo, el evangelista Lucas escribe solamente tres líneas. Todo un Dios que viene a -plantar su propia tienda entre nosotros- Y con tres líneas hay mas que suficiente para decirlo... Y sin embargo, precisamente estas tres líneas de Lucas, si atinamos a disipar la tupida niebla de un necio sentimentalismo, son terriblemente molestas. Molestísimas. Porque constituyen la condenación mas despiadada de esta nuestra navidad, hinchada de retórica, atiborrada de una poesía vulgar y dulzarrona, multicolor y de conmociones baratas.

Tres líneas. Nosotros en cambio hemos ido añadiendo renglones y renglones hasta hacer una obra mastodóntica e interminable, cursi y ficticia. . Después hemos volcado sobre ella toneladas de sentimentalismo, de folklore... Y así nos ha salido una Navidad, que más que nada es un pretexto. Pretexto para dar rienda suelta a nuestra vena poética, más bien pobre; para bruñir un poquito el metal enmohecido de los que llamamos nuestra religiosidad; para cepillar el polvo caído sobre nuestro uniforme de cristianos; para hacer alguna obra de caridad, sirviendo tal vez comida a algún pobre... Y con ello quedamos convencidos de que somos unas personas colosales...

Francamente, hemos desecho la navidad. Hemos saboteado la pura sencillez de estas tres líneas. Nuestra rica navidad se ha impuesto y ha empobrecido a la navidad verdadera. El Silencio, elemento  natural e indispensable para que la palabra baje a la tierra, lo hemos roto, porque resultaba demasiado molesto, destapando millones de botellas.

Pero ¿Es que Cristo baja del cielo para que nos demos el gustazo de sentirnos buenos? ¿O para que nos volvamos romanticos ante el ruido de los panderos? ¿O para que sintamos la amarga alegría de ver cómo se desbarata la sencillez de su venida? ¿Para eso solamente?...

Es necesario vivir la navidad.

Cueste lo que cueste hemos de -vivir- la navidad. Pobres de nosotros si no lo hacemos. Nos jugamos nuestro propio destino.

Nuestra misión es convertirnos en Alegría: Nuestra misión no es -gracias a Dios- ser carceleros o policías, sino testigos de la alegría cristiana. Que todo el Mundo entienda que el mensaje, es un mensaje de salvación no de condenación, un mensaje de liberación no de opresión. Un mensaje de alegría no de tristeza.

Nuestra misión es convertirnos en Don: Es costumbre hacer regalos en navidad. Muchos regalos. El cristiano tiene la obligación no de hacer regalos, sino de convertirse en regalo, en don. El cristiano ha de sentirse deudor para con todos sus semejantes.

Tengamos valor para examinar frecuentemente nustra conducta de cristianos a la luz que proyectan esas tres maravillosas líneas de Lucas. De buscar la sencillez que ellas reflejan. De desmontar esta nuestra navidad mastodóntica y mecanizada. Para descubrir la auténtica navidad y enriquecernos así con su pobreza...

El libro viene fechado en 1967... sospecho que en casi 45 años, hemos potencializado la mercadología de la navidad. Suscribo lo escrito por Pronzato, no hay nada que agregar, quizás unicamente una breve sugerencia: Entonar en familia el villancico "Noche de Paz, Noche de Amor" hay un especial silencio interior que se vuelve luz, mantra,  que descubre la humildad de aquel acontecimiento.

Rezamos y Agradecemos Juntos!!