domingo, 3 de diciembre de 2017

La Felicidad o el Día de la Marmota

Siendo maestro de Ciencias Sociales en tercer semestre de bachillerato, un día pregunté a mis alumnos si alguien tenía claro cual era el significado de la palabra felicidad, y aunque recibí múltiples respuestas, todos los alumnos en unanimidad expresaron no tener una idea clara, fuera de empatar la idea de felicidad con la posesión de bienes materiales, con una idea de éxito en términos económicos, con la ausencia de tristeza y en el mejor de los casos con la idea del amor familiar. No debe extrañarnos que en un  mundo en el que se prioriza en  la obtención del placer inmediato y sensorial (hedonismo) que nuestros jóvenes asocien la idea de felicidad con la del placer y materialismo. Esta claro que la idea de felicidad que hoy priva se encuentra fuera de la persona y solo se obtendrá de un bien externo; como ejemplo hace poco escuché a una persona decir que su felicidad estaba asociada con la idea de estar con alguien a quien dice amar, pero que de momento esa persona se encontraba con alguien más; es decir su felicidad esta sujeta a una situación que esta fuera de su control, sujeta a la incertidumbre.

Dada la cantidad de expectativa y de comentarios que cause en mis alumnos con el tema de la felicidad, les propuse llevar a cabo una dinámica que consistía en la exhibición de una película para todos ellos en la escuela; la película que exhibí lleva por titulo "El Día de la Marmota" (aunque en México también se le llamó "Hechizo del Tiempo) protagonizada por el actor Bill Murray. Trata de un meteorólogo que va hacer un reportaje a un pueblo y del que por inclemencias del tiempo tiene que pasar la noche ahí, así que cuando despierta descubre que vuelve otra vez a vivir el mismo día (la misma fecha) y lo mismo ocurre una y otra vez, así que cuando el protagonista asume que esta condenado a vivir el mismo día aprovecha su "gran poder " de anticipación y empieza a dar rienda suelta a sus deseos, ya sea comiendo en exceso, seduciendo mujeres y procurándose dinero a montones, y lo que en apariencia es una vida envidiable, comienza a ser para él una vida vacía, lo que lo lleva a optar por el suicidio; sin embargo y a pesar de haberlo intentado múltiples veces, siempre al día siguiente de su suicidio despierta nuevamente en la cama del hotel para vivir otra vez el mismo día. Finalmente da un giro radical a su "día" y empieza a cultivarse, escucha música clásica, aprende a hacer esculturas en hielo, a tocar el piano, lee poesía, estudia libros de medicina y muchas cosas más; así su carácter antipático y cruel, se vuelve mas fraterno y con el conocimiento de lo que ocurrirá durante el día, empieza a ayudar a múltiples personas de múltiples formas. Al final de la película despierta ya en el día siguiente, poniendo fin así a repetir el mismo día. ( hay análisis de la película que estiman que por lo menos pasaron 10 años antes de que pudiera vivir el día siguiente).

Al terminar la película pregunté a los alumnos si asociaban el mensaje de la película con el significado de la felicidad, y la respuesta fue unánime y afirmativa. En la película el protagonista descubre las capacidades creadoras del hombre en las ciencias y en el arte, después descubre sus propias capacidades y finalmente pone esas capacidades a disposición de los demás. Es entonces que se siente pleno, completo y trascendente, siente reconocer su papel en el universo y también sus limitaciones, y en ese camino reconoce el amor. En resumen se encuentra satisfecho con su vida. Feliz.

El mundo actual nos aleja de nuestro centro interior, los cultos a lo material, al placer, a lo inmediato, al ego, solo son trampas líquidas que no podemos retener, y nos dejan vacíos imposibles de llenar, además de que crean entre nosotros y los demás vínculos fugaces, carentes de calidez y solidez, como lo anticipó el sociólogo Zygmunt Bauman. 

Dejo preguntas al aire: ¿Vivimos el Día de la Marmota? ó ¿Vivimos en pos de buscar nuestros dones y talentos y ponerlos al servicio de los demás? ¿Somos Felices?

Podríamos empezar por detenernos en el aquí y ahora, reconocer que nuestro tiempo en el mundo no es ilimitado, recuperemos nuestra capacidad de asombro en lo bueno que ha hecho y hace el hombre mismo, busquemos nuestra edificación en ello, y reconozcamos el tanto bien que tenemos para dar y recibir. Depende de nosotros la reconstrucción de una gran familia humana.

Para quienes caminamos en la fe, reconocemos que el mas alto mandamiento es "Amar al prójimo como a uno mismo", porque de manera integra se conjugan, el amor depositado en nosotros de un Dios que nos hizo a su imagen y semejanza, el descubrimiento de ese amor y la ilimitada capacidad del hombre para darlo, y también la enorme capacidad de replicarlo de quien lo recibe.

Dios, el yo y el nosotros en una  dinámica integradora de amor que salva al mundo.

Rezamos y Agradecemos Juntos

lunes, 20 de noviembre de 2017

Tres Historias, Tres Lenguajes

Primera Historia
Me encontraba en un festival de baile en un teatro, cuando a mi lado un señor de avanzada edad tomó su celular porque seguía el turno de su nieta, así que encendió la lampara de su teléfono y comenzó a tomar vídeo (supongo que pensó que saldría mas claro con la luz encendida). Un señor que se encontraba en el asiento de adelante se mostró sumamente molesto y algo le decía a su esposa, para finalmente sacar su celular, encender la lampara y voltearla hacia donde se encontraba mi vecino...Yo me quedé francamente desconcertado, y fue por más, le pidió a su esposa que sacara su celular e hiciera lo mismo, pero supongo que en ella hubo algo de prudencia porque no lo hizo. Así que durante los 4 minutos que duró el baile, el señor de adelante apuntó la lampara de su teléfono contra el rostro de mi vecino que se encontraba tomando vídeo a su nieta... 

Segunda Historia
Hace algunos meses que nuestra hija finalmente se decidió por una fiesta de quince años, y pidió que fuera antes de que concluyera el ciclo escolar para que empatara todavía con sus compañeros y compañeras de tercero de secundaria. Así que entre las prisas buscamos un salón que estuviera disponible a principios de junio, y entre muchos conseguimos uno. Ya fijada la fecha, mi hija publicó en sus redes sociales la agenda de sus quince años y se dio el caso de que coincidió con la fecha de fiesta de XV de otra alumna de su escuela. Así que se dio una especie de "guerra de xv años" en el que dos de los chambelanes que habían aceptado acompañar a mi hija, fueron "reclutados" por la otra quinceañera y algo parecido sucedió a la inversa. Agreguen el morbo y los comentarios de los jóvenes en la escuela sobre el hecho. Además de ver quienes irían a un xv o a otro. Finalmente se llevaron a cabo las fiestas y hubieran quedado solo como anécdota, pero casi un mes después, el último día de clases, en el colegio tienen la costumbre de que los alumnos se regalan entre sí listones que se ponen en la muñeca. Los hay rojos que significan amor, amarillos de amistad, verdes de que se va extrañar a la persona y morados de perdón. Mi hija me comentó que vio a lo lejos a la jovencita del xv años y no dudó en dirigirse hacía ella; le tomó la mano y le amarró un listón morado en la muñeca y le dijo: "lamento mucho lo que pasó, perdóname si hice algo que te lastimara" ... la otra jovencita tomó el brazo de mi hija y le puso un listón morado y le dijo: "también quiero que me perdones si en algo te ofendí" y así ambas se fundieron en un largo y necesario abrazo.

Tercera Historia
Estaba en un festival de baile al aire libre de una Academia de Danza y tocó el turno a las niñas de 3 y 4 años las cuales debían acomodarse en cada uno de los papeles que fueron pegados en el piso para dicho propósito. Sucedió entonces que ya empezando la música dos niñas se plantaron sobre el mismo papel, sin importar que a un lado estaba un papel solo, así que las niñas empezaron a forcejear y una de ellas se fue llorando hacia donde se encontraba una maestra. Luego la niña regresó y se volvió a acomodar donde mismo, es decir donde estaba la otra niña, así que volvieron a empujarse y ahora fue la otra niña quien empezó a llorar pero en ese momento vino una de sus maestras y la acomodó en el lugar que estaba vacío. Así terminaron de bailar sin problema. Pero lo que llamó mi atención fue que ambas niñas una vez que se acabo la canción se tomaron de las manos y salieron juntas de la pista, sin el mas mínimo recuerdo de lo que había pasado hacía unos momentos.

No me cabe duda de que cada historia tiene su propias enseñanzas, yo rescato las siguientes:

En la primera vemos como se privilegia la intolerancia por encima de la comunicación, el revanchismo estéril por encima de la prudencia, los límites de la persona por encima del entorno común y algo aún mas triste, una emoción negativa mal atendida que surge a la primera provocación, tengo la impresión que en el fondo se trataba de un sufrimiento.

La segunda historia nos habla de que nunca es tarde para fraternizar, para ponernos a cuentas, para hacer lo correcto. Cuando pregunté a mi hija que la había motivado a acercarse a la compañera a hacer las pases me contestó: "Muy pocos alumnos usan la pulsera morada el fin de curso, cuando yo vi a mi compañera supe exactamente cual era el sentido de la pulsera, se trataba con ella generar un acción de amor mas profunda".

Por último la tercera historia nos revela algo que sabemos, los niños pequeños entre ellos no guardan enojos ni rencores, no se dan ese lujo ni se instalan en una emoción negativa. En ellos la prioridad es lo que sigue, su corazón esta unido a su capacidad de asombro. Su corazón puro y limpio se encuentra libre de contaminación. Su corazón es aun una fuente de agua limpia.

Tres historias, tres lenguajes. El lenguaje del sufrimiento, el lenguaje del perdón y el lenguaje del amor puro.

Para quienes caminamos en la FE quisiera terminar con una breve oración: "Señor dame un corazón que no alimente rencores ni odios, que mi sufrimiento no sea pretexto para dar la espalda a mis hermanos, que tenga la capacidad de pedir perdón y perdonar y que sobre todo, sea capaz de amar sin ambiguedades como lo hacen los mas pequeños. Amen"

Rezamos y Agradecemos Juntos!




martes, 25 de abril de 2017

Los Sonidos del Silencio

...Y en la luz desnuda ví
Diez mil personas, quizás más. 
Gente hablando sin conversar, 
Gente oyendo sin escuchar. 
Gente escribiendo canciones que las voces jamás compartirán 
Y nadie osó molestar a los sonidos del silencio. 
'Tontos,' dije, 'no saben 
Que el silencio es como el crecimiento de un cáncer. 
Escuchen mis palabras que podría enseñarles, 
Tomen mis brazos que podría alcanzarlos.' 
Pero mis palabras como silenciosas gotas de lluvia cayeron, 
E hicieron eco en los pozos del silencio...

Fragmento de la Canción "Los Sonidos del Silencio"
Simon and Garfunkel


En el año de 1964 el dueto formado por Simon y Garfunkel escribieron la canción Los Sonidos del Silencio como expresión al asesinato de John F. Kennedy, el dolor y el sentimiento ahogado, congelado, carente de palabra, de voz, de sonido... hoy a mas de 53 años de haber sido escrita, la letra de dicha canción se muestra profética en un mundo complejo pero marcado por cultos que giran solo alrededor de nosotros mismos y con una visión tan estrecha y reducida que cada vez somos más incapaces de ver al "otro" y más aún, de escucharnos los unos a los otros.

Resulta paradójico que en la época de "estar conectados" algo se desconectó o se está desconectando dentro de nosotros; Hoy la Depresión es la enfermedad que se expande a un ritmo acelerado, lo que antes fue el estrés, ahora es algo más profundo que se apodera por igual de niños, jóvenes y adultos. La depresión es un trastorno en el estado de ánimo donde aparecen sentimientos de dolor profundo, ira, frustración y soledad. Resulta que a la mano de un clic en nuestros celulares podemos "establecer comunicación" con otros, que en una pantalla podemos ver lo que hacen y viven los otros y podemos también compartir sobre nosotros mismos...entonces? Porqué la soledad?

El sociólogo y filósofo Zygmunt Bauman nos revela una dura verdad:  "Hemos llegado a un punto en el que pasamos más tiempo frente a pantallas que frente a personas y eso tiene efectos perturbadores que no solemos percibir" "Vivimos en dos mundos paralelos y diferentes: El Online y el Offline". Según investigaciones pasamos en promedio más de 7 1/2 horas frente a la pantalla. Vivimos sumergidos en  el silencio, en la gran trampa del estar sin estar, del escuchar sin escuchar, del tocar sin tocar; En los sonidos del silencio.

Aquí la pregunta incomoda pero necesaria: ¿Podremos cambiar el rumbo, o estamos condenados a un viaje sin retorno? No esperemos grandes campañas en medios que nos inviten a dejar el celular y a conectarnos con el otro de manera plena, no debemos dejar a un lado que "la vida online" genera muchísimo dinero y hay intereses poderosos... Por tanto nos toca a cada uno de nosotros liberarnos de esa matrix y un primer ejercicio práctico, sencillo y poderoso que se me ocurre, es distanciarnos de la pantalla hasta el punto de darnos cuenta de que si no estamos "conectados en línea" no pasa nada, y un paso paralelo deberá de ser siempre procurar al otro con nuestra presencia, nuestra voz, nuestra mirada, nuestro abrazo.  

Para quienes caminamos en la fe tenemos al maestro Jesús conectando con lo más profundo de cada una de las personas que encontró en su camino; paralíticos, leprosos, viudas, ciegos, señalados, con cargas, con dolores, con duelos...cada uno de ellos recibió la palabra, la mirada, el amor fraterno y solidario del maestro de manera directa, y cada uno de ellos fue restaurado y en su transformación se volvieron replicadores de ese amor, la gran formula en la que todos ganamos, y la soledad se esfuma. Nuestra misión cristiana deberá entonces centrarse no en una pantalla, sino en la persona, sembrando amor cercano, que abrace, aliente y conforte, al otro y a nosotros mismos.


Rezamos y Agradecemos Juntos!

viernes, 14 de octubre de 2016

VIVIR

"La vida es corta; enamórate joven doncella, 
antes que el color carmesí de tus labios desaparezca, 
antes que la apasionada sangre se enfríe - porque no hay mañana. 
La vida es corta; enamórate jovencita, 
mientras tu pelo sea aún negro,
 mientras tu ardiente corazón no se haya enfriado aún 
 porque el día de hoy no regresará."

Canción: "La Vida es Corta" de la película Vivir de Akira Kurosawa


En la película Vivir de Akira Kurosawa de 1952 el personaje principal el Sr. Watanabe es un hombre de mediana edad que se entera de que le quedan pocos meses de vida debido al cáncer de estomago que padece y se da cuenta que ha desperdiciado los últimos 30 años de su vida en "nada", sumido en su puesto como funcionario público en la burocracia japonesa. Lamentándose profundamente por ello, decide sacar parte de sus ahorros del banco para gastarlos en "vida"... juego, mujeres, vida nocturna, alcohol ("durante años fuiste esclavo de la vida y ahora que estas a punto de perderla quieres ser su amo" le diría entonces un compañero de juerga). Transcurrida una semana de juerga el señor Watanabe no encuentra consuelo ni sosiego. Entonces se apega cautivado a una jovencita chispeante llena de vida, quien le dice que trabajar e impactar en la vida de los demás es lo que produce en ella tal estado de felicidad; Así decide ayudar a un grupo de personas que desean tener un parque en su barrio, enfrentándose a la terrible e insensible burocracia de la que el forma parte. Su tesón dará frutos y el parque es finalmente construido, siendo ahí en un columpio donde finalmente pierde la batalla contra la muerte una noche de invierno. El policía que lo encontró diría haberlo visto horas antes y haber pensado que aquel hombre estaba embriagado ya que cantaba en aquel columpio. Y ciertamente estaba embriagado, pero no de alcohol, estaba embriagado de vida por haber ayudado a construir aquel parque que hacía feliz a niños y a grandes. Al final de la película llega gente de ese barrio a su funeral para rendir honor y gratitud  al hombre que tanto les había ayudado. La vida del sr. Watanabe había trascendido. 

La muerte es lo único garantizado para cualquiera que llega a este mundo y sin embargo vivimos pensando en un mañana eterno como si tuviésemos tintes de inmortalidad; la presencia de la muerte resulta tan lejana, como si fuera solo exclusiva para la vejez avanzada. Y así nos damos entonces un terrible lujo tal como lo hiciera el personaje de la película... desperdiciamos vida. Ya sea porque la malgastamos, la postergamos, la paralizamos, o simple y sencillamente no la usamos. Creo con tristeza no estar muy alejado de la realidad.

Propongo un sencillo ejercicio de reflexión: Si nos quedaran solo pocos meses de vida, ¿en que los gastaríamos? ¿Cual sería entonces nuestra Bucket List (cosas por hacer antes de morir)?... y... ¿cuales de esas cosas de la lista podríamos hacerlas desde hoy mismo?... va un par de últimas preguntas: ¿Consideras que vives una vida a plenitud? ¿Que trascenderás cuando mueras?... Quizás profundizar en estas preguntas nos ayude a reconsiderar algunas cosas a partir de hoy. La vida es más corta de lo que nos imaginamos y el tiempo apremia. Estoy seguro que todos tenemos tanto por hacer y también tanto por liberarnos... Dice algún libro de Anthony de Mello: "Ligero de Equipaje"...sugiriendo que así es como debemos de andar por la vida.

Para los que caminamos en la fe, la muerte ciertamente es un puente que nos conduce al seno de Dios Padre; sin embargo no podemos transitar por ese puente con manos vacías cuando somos depositarios de abundantes dones y de abundante amor. Preguntemos nos entonces... ¿Llevaremos suficientes frutos con lo que nos fue dado?  ... La vida cristiana de muchos Santos empezó ya entrados en años, y sin embargo son ejemplo de abundante amor y plenitud. Al final será como nos dice San Juan de la Cruz, doctor de la iglesia: "En el atardecer de nuestras vidas, seremos juzgados por el amor".

Rezamos y Agradecemos Juntos!!!



Demian Garza

miércoles, 24 de agosto de 2016

Nuestra Triste Realidad Virtual (ó la Globalización de la Indiferencia)

"Es cierto que la actitud del indiferente, 
de quien cierra el corazón para no tomar en consideración a los otros, 
de quien cierra los ojos para no ver aquello que lo circunda
 o se evade para no ser tocado por los problemas de los demás, 
caracteriza una tipología humana bastante difundida
 y presente en cada época de la historia. 
Pero en nuestros días, esta tipología ha superado 
decididamente el ámbito individual para asumir una dimensión global
 y producir el fenómeno de la globalización de la indiferencia"

Papa Francisco en la XLIX Jornada Muncial de la Paz

Es innegable el efecto en las emociones de la gente que generan los vídeos virales en las redes sociales y en el Internet. Así la muerte de un gorila genera indignación, una madre golpeando a su hijo enojo evidente, un río contaminado abundante frustración y un acto de prepotencia la exigencia generalizada de justicia. En caso contrario un vídeo espiritual nos hace sentir bien, uno gracioso nos anima el día y un bebe recién nacido nos genera abundante ternura; y todas esas emociones nos suceden con frecuencia estando solos frente a la pantalla del computador o a la del teléfono celular. Aquí la gran pregunta: ¿Podría ser que el solo hecho de ver un vídeo "edificante" nos pueda hacer sentir tan bien que nos sintamos suficientemente satisfechos con nosotros mismos? ¿Que indignarnos frente a la pantalla por ser testigos "virtuales" de una injusticia nos sea suficiente? ¿Que darle me gusta, enojo, asombro, compartir, favorito etc. a un vídeo o a una causa nos haga activistas? 

Durante mucho tiempo en una organización de Derechos Humanos donde participé hablábamos de la necesidad de hacer visible a la sociedad casos de injusticia, que solo así podríamos generar apoyos solidarios; hoy esa visibilidad es real gracias a las redes sociales, sin embargo tristemente damos cuenta de que tal visibilidad en redes no se tradujo en apoyos solidarios para esas tristes realidades que viven muchas personas. La ecuación aquí dicta que un like es profundamente distante de un gesto activo de solidaridad. Y así podríamos ir desmenuzando cada gesto virtual frente a cada gesto real del individuo y quizás encontremos solo una disociación humana.

Un informe reciente revela que más del 60% de los niños y adolescentes de entre 11 y 16 años prefieren estar conectados a Internet que frente a un televisor. Y estos mismos niños y adolescentes afirman que estar "desconectados" es estar socialmente muertos. Añadamos a esto que ellos pasan más de 3 horas diarias conectados al Internet. Preocupante pensar que esa conexión virtual venga aparejada de una deshumanización que de pie a la globalización de la indiferencia de la que habla el Papa Francisco.

Debemos atravesar lo virtual para conectarnos de una manera real con el otro. Si un me gusta o compartir en redes es suficiente para darnos tranquilidad de conciencia, algo esta funcionando mal.

Para quienes caminamos en la FE, nos queda claro que toda el caminar de Jesús a lo largo de los evangelios fue mas allá de lo místico o sobrenatural, una autentica experiencia de misericordia (que es justo lo contrario a la indiferencia) frente al más pequeño. Jesús no resucita a Lázaro a distancia, ni a los ciegos, ni paralitico los hace ver o caminar a distancia, no, Jesús va al encuentro de ellos ó bien se deja encontrar por ellos. Incluso en el caso del hijo del oficial judío de Herodes Agripa a quien Jesús sana a distancia, el encuentro de la misericordia se da justamente con el padre.

Debemos en todo caso aprovechar lo virtual y conectarnos más intimamente con las realidades del mundo, aún y cuando existan cosas en él que no nos gusten, porque justo son esas áreas de oportunidad las que nos deben animar a construir la Gran Familia Humana de la que formamos parte. Es impostergable como dice el Papa Francisco "Vencer la Indiferencia y Conquistar la Paz"

Rezamos y Agradecemos Juntos!

lunes, 8 de agosto de 2016

Donde las Calles no tienen Nombre


…Quiero resguardarme de la lluvia venenosa
Donde las calles no tienen nombre…
…Te mostraré un lugar
En lo alto de la llanura desierta
Donde las Calles no tienen Nombre…


El título de esta reflexión lo tomé de una canción del grupo irlandés U2, de quien se dice que Bono su vocalista al escribir la letra se basó en dos experiencias que marcaron su vida; la primera las de las calles de Belfast en Irlanda del Norte donde con solo saber en que calle vive una persona se sabe también su religión y su posición social. La segunda el viaje con su esposa en una misión de ayuda humanitaria a un campamento de refugiados en Etiopía donde vivían cientos de miles de refugiados.

En algún punto parecen tristemente coincidir ambas experiencias con nuestro mundo actual; ahí  la triste e innegable realidad de la división de la sociedad. Alguien decidió poner al hombre etiquetas económicas, religiosas, ideológicas, deportivas, culturales y hasta de color de piel y lo que pudo ser una fortaleza en la riqueza de diferencias devino en una gran debilidad llena de desconfianza, desunión y división, partiéndonos así en miles, o cientos de miles de micro sociedades y porque no decirlo micro soledades.

Tengo la certeza de que somos muchos quienes deseamos derribar las cercas invisibles que nos dividen, las que generan violencia, las que no permiten la fraternidad, las que nos aíslan, con las que aislamos, las del ojo juicioso y justiciero, las que amurallan y etiquetan, las que condenan y empujan al exilio, las que arrancan siempre un pedazo de nosotros en el rechazo del “otro”, las del grito angustiado y el silencio prolongado, las de la marginación, las de heridas profundas y cicatrices dolorosas… Esas son las cercas que nos imposibilitan la construcción de una Gran Familia Humana… ahí Donde las Calles no tienen Nombre.

Para quienes caminamos en la fe, esas calles que no tienen nombre se hacen visibles en los pasos de Jesús entre cobradores de impuestos, judíos, samaritanos, romanos, etc. y esos pasos los podemos imitar con la formula de la misericordia planteada en Mateo 25, 31-46 (dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, dar posada al peregrino, vestir al desnudo, visitar al enfermo, visitar al preso y enterrar a los difuntos). Empezar a transitar por esas calles es impostergable.


Rezamos y Agradecemos Juntos!

martes, 17 de mayo de 2016

Y CON ALEGRÍA…

"La sociedad tecnológica ha logrado multiplicar
las ocasiones de placer, pero encuentra 
muy díficil engendrar alegría"
Papa Francisco
La Alegría del Evangelio

Hace algunos años mi esposa y yo trabajamos en un apostolado para matrimonios en crisis de la mano de un sacerdote de la comunidad (ahora Obispo); recuerdo bien que no fueron de ninguna manera días de miel sobre hojuelas en muchos sentidos; mi esposa y yo nos sentíamos muchas veces cansados, frustrados, incomprendidos y hasta tristes en ocasiones por no poder empatar nuestros corazones con otros miembros del equipo. Entonces renovábamos fuerzas y con aquel sacerdote decidíamos seguir adelante con compromiso, con mucha convicción, con entrega…y aquel sacerdote siempre agregaba a nuestras palabras: “Y con alegría”…Y a cada plan y esfuerzo, el sacerdote volvía  añadir “Y con alegría”… Era claro que sin ese ingrediente, todo esfuerzo no tendría un sentido pleno.

En un mundo como el que hoy vivimos, lleno de egoísmo, materialismo, hedonismo, superficialismo, en el que el muchas personas van sintiendo un vacío cada vez más grande y en el que el estrés ha tomado como aliado a la depresión ¿como podríamos decirle a alguien que le agregue a su vivir: “Y Con Alegría” ?  ¿Y la gente que sufre? ¿Podríamos atrevernos a decirles que vivan con Alegría?. Tengo meses pensando en estas preguntas y en mi sentir solo encontré una respuesta: La alegría de ellos somos nosotros. Nosotros debemos ser agentes de la Alegría. En ti y en mi está esa posibilidad de que quienes miran hacia el vacío vuelquen su mirada a lo mucho de lo bello de este mundo…que quienes sufren encuentren en nuestra solidaridad, la esperanza, y que sea esa esperanza la que les permita ver lo hermosa que es la vida a pesar de las adversidades y sufrimientos. Es así que nuestra propia alegría debe ser el impulso hacia quienes la necesitan; De otro modo, sin nuestra donación al otro seríamos en nuestra terrible comodidad parte del mismo circulo de egoísmo que  destruye lo virtuoso que hay en el ser humano.

Para quienes caminamos en la fe un dato: La palabra alegría aparece 269 veces en la Biblia, 206 en el Antiguo Testamento y 63 en el Nuevo Testamento. La Alegría es claramente fruto de la presencia de Dios en el cristiano. Y es esa presencia la que nos impide ser indiferentes y nos empuja a ser cercanos y compasivos con el prójimo, ese próximo que más nos necesita. La alegría se convierte así en un imperativo en la vida espiritual; finalmente les dejo una frase de San Francisco de Sales muy propia que dice: "Un Santo triste es un triste Santo”.

Rezamos, Agradecemos y nos Alegramos Juntos!!!

Demian Garza