lunes, 22 de noviembre de 2010

12 hombres y una convicción

Pasamos tiempos tan difíciles, la violencia, el individualismo, el materialismo, el hedonismo, y muchas otras debilidades humanas parecen fortalecerse, encontrar nido en todos lados;  Hoy parecemos huérfanos, no hay combate, solo pocos se “atreven” a dar la batalla; he estado en muchas manifestaciones de causas sumamente nobles, y nos contamos tan pocos, no obstante el esfuerzo de difusión. Me da la impresión de que se tiene ya por perdida la batalla y que el consuelo está para los creyentes de cualquier religión fuera de este mundo, y para los no creyentes en la supervivencia.
Una amiga mía religiosa y comprometida con causas justas, me ha mencionado en no pocas ocasiones que se niega a creer que en nuestra Ciudad no existan 12 personas convencidas que puedan cambiar el rumbo de las cosas, como lo fueron 12 hombres, la mayoría no letrados, que perseveraron el legado del Nazareno a mas de dos mil años. ¿Es que no habrá 12 voluntades con esa fuerza? ¿Ó existen y lo que está ausente es la causa, ideología ó núcleo que los una? ¿La diferencia fue que su líder caminó a su lado en carne y hueso? ¿Existen las convicciones  en el hombre de hoy? 
Hace algunas semanas leí la diferencia que existe entre ideología, voluntad y convicción. Lo resumo así, la ideología es lo que creemos, la voluntad es el querer hacer ó ejecutar lo que creemos, y la convicción es la ejecución de lo que creemos. Citó un ejemplo: Mi ideología (mis pensamientos) me dicen que el cigarro es malo para mi salud, Mi voluntad decide no fumar, y Mi convicción me da la fuerza necesaria para no fumar. Ahora pensemos en la cantidad de personas a la que su voluntad le exige no fumar, porque su ideología les dice que es malo, pero… su convicción (débil) no le alcanza para dejar de fumar. Podríamos aplicar esta fórmula a muchas cosas, (Que creo, Que quiero y Que hago). Muy cercano por cierto al ver, pensar y actuar.
Apliquemos la formula a los valores del Reino de Dios (justicia,verdad, paz y caridad):
¿Que creemos? ¿cual es nuestra ideología respecto a la pobreza, a las injusticias, a la falta de verdad, a la violencia, a la falta de caridad?
¿Que queremos? ¿Como quisieramos que fuera nuestro mundo respecto a la justicia, la verdad, la paz y la caridad?
¿Que hacemos? ¿cuanto arriesgamos, damos, nos gastamos, sudamos, sacrificamos, para que esa justicia, verdad, paz y caridad se fortalezcan?
Por cierto, he visto a mucha gente confundir la emoción con la convicción, las he visto hinchar su voluntad y volar y prometer y decir y etc. etc., sea en un retiro espiritual, por una película, por un libro, por una predicación, por una historia, un consejo, etc. sin embargo al cabo de unos días su voluntad no explota en convicción y regresa a su zona natural, la de solo buenas intenciones (casi siempre esa es la zona de confort).
Ciertamente los hombres y mujeres de convicción no son bien vistos en un mundo de intereses creados como el que vivimos, desde el principio de los tiempos han pagado precios quienes son firmes en sus convicciones, lo mismo los 12 apóstoles, que religiosos, filósofos, científicos, líderes políticos, gente común dispuesta a luchar por los cambios, por la paz, por la verdad, por la justicia. Quienes no se ajustan al mundo y sus intereses, son perseguidos, humillados, expulsados, y en el mejor de los casos ignorados o controladamente tolerados. Algunos ejemplos modernos que francamente me asombran de hombres y mujeres de convicción son  Gandhi, Mandela, Sor Juana, el obispo Romero, Luther King, Marie Curie, etc.
De Gandhi, Albert Einstein escribió: “las generaciones futuras no creerán que un hombre así camino sobre la tierra”; del obispo Oscar Romero basta saber que la ONU ha designado en su honor el 24 de marzo “Día Internacional por el Derecho a la verdad”, ese día en 1980 fue asesinado el obispo mientras celebraba una misa; el proceso de su canonización es inexplicablemente lento. Las convicciones de ambos fueron totales, y cambiaron al mundo.
La biblia está llena de ejemplo de convicciones, empezando por Jesús  a quienes los creyentes lo consideramos en ejemplo total para construir convicciones (justicia, paz, verdad, misericordia, caridad). Tambien están por citar alguno, El rey Josías, los 7 hermanos Macabeos, Esteban, Moisés, Job, David, Pedro y Pablo, etc.
Propongo que nos hagamos al menos estas tres preguntas y partamos de ahí para reconocer la fuerza de nuestras convicciones: ¿Mis deseos de justicia, paz, verdad y caridad, son en mí, verdaderas convicciones, ó son solo buenas voluntades? ¿Alguna vez he desistido de alguna convicción de verdad, justicia, paz ó caridad por temor de ser rechazado, o por simple apatía? ¿Las convicciones de paz, justicia, caridad y verdad, las comparto con alguien, con algún grupo; dedico tiempo a realizar actividades que las fortalezcan?
A la pregunta de mi amiga la religiosa sobre si hay al menos 12 personas con convicciones para cambiar nuestra realidad, mi respuesta es sí, y creo que somos más de 12, pero hace falta gritar muy fuerte para oírnos y reconocernos, y así  ir el uno por el otro sumando.
Meditemos en esto y pidamosle al Señor fervientemente por nuestras convicciones, yo les comparto mi oración:
“Señor fortalece mi voluntad y transfórmala en convicción para hacer de este mundo mas justo, más humano, mas fraterno” Amen
“Señor dame la convicción que alcance no solo a orar por la paz, sino a construir la paz, desde nuestras familias y comunidades” Amen
“Señor ayúdame a no desistir en mi convicción de revelar la verdad, tu verdad, la que no condena, la que libera y edifica” Amen
“Señor que no ajuste yo la caridad de acuerdo a mi interlocutor, que mi convicción sea amar al hermano que más necesita, al que encuentro, y también al que me rechaza, al que me agrede, al que me odia” Amen
Rezamos y Agradecemos Juntos!

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