lunes, 15 de noviembre de 2010

Sobre la Mentira

“Por lo tanto, dejando la mentira, hable cada uno a su prójimo con la verdad, porque todos somos miembros de un mismo cuerpo”. (Efesios 4:25)

Pensé en titular esta reflexión –sobre la verdad-, pero no complacía mi intención de hablar, enfrentar y desenmascarar a  este monstro llamado mentira, que tanto y tanto daño nos hace.
Recuerdo cuando era niño jugando con un grupo de amigos futbol en el salón de la escuela quebré un vidrio de una ventana, todos mis compañeros acusaron a otro niño que apenas había tocado el balón, así que entre todos creamos una “verdad” y la impusimos, la maestra exigió al niño pagar el vidrio; Le platiqué a mi madre esa noche con la alegría de haber evitado tener que pagar el vidrio, fue una especie de comunicar que hubo un ahorro. Mi madre entre seria y triste (ahora lo identifico como amorosa) me miró y me habló las consecuencias de mentir. Al otro día llevé el dinero del vidrio, asumí la culpa y lidie también con la incomprensión de algunos de mis compinches de un día antes. Yo me sentí francamente liberado.
Hace una semana falleció una persona con quien tuve alguna cercanía, una mujer a quien llamare Ángela. Su muerte simple y sencillamente no debió ser; ella se encontraba desde hace tiempo deprimida por el abandono de su esposo, un prominente miembro dentro de lo más selecto de la grey católica en Monterrey; él hace tiempo la abandonó y le pidió el divorcio previa autorización del grupo al que pertenece y eso sumió a Ángela en una profunda depresión y la llevó a adquirir hábitos autodestructivos; el esposo no la ayudó, la condenó. Hace unas semanas él le comunicó que ya no quería el divorcio, que optaría por el camino de la nulidad; eso despedazó a Ángela y provocó una caída libre depresiva que la llevó a la muerte. Quienes estuvimos cerca de ella sabemos que al esposo nunca le importó, nunca la ayudó, nunca estuvo dispuesto a cargar con “esa cruz”, sus rosarios y misas diarias nunca las hizo vida en casa, su filantropía tan conocida en la comunidad con su esposa no tenía cabida, su santidad no le alcanzaba para amar a la madre de sus hijos. Tuvo la desfachatez en el velorio de colocar una foto de él y ella. Finalmente alguien comentó, “debe estar muy feliz, su viudez para él fue como sacarse la lotería, se siente restituido así de todas las gracias”.  Hay quienes viven la vida en los trenes de la falacia, blindados ó ciegos del daño que provocan.
Esta semana murieron también 6 empleadas de una tienda departamental quienes fueron encerradas en la tienda para hacer una auditoría durante la noche, la tienda se incendió y ante la imposibilidad de salir se hizo presente la tragedia. Las 6 murieron calcinadas. Un alto directivo de la empresa manifestó que ellas tenían llaves para salir, una grandísima mentira, pero como en nuestro país la verdad está al lado del poderoso Don dinero,  no nos extrañe que pudiera aparecer algún juego de llaves tirado por ahí.  Mismo caso la muerte de más de 50 niños en la guardería ABC , el de Pasta de Conchos, el de las prostitutas violadas en Castaños Coahuila, el de la indígena Ernestina, el de Atenco, el de la niña Paulette, todos ellos impunemente enterrados desde el poder con mentiras.
La falsedad parece ser un quiste cultural muy común en nuestro País, lo peor es que la falsedad es no pocas veces tolerada con el fin de  vivir una paz social, paz de grupo, paz familiar. He visto a la gente mentir y he visto gente que admite tales falsedades sin problema. Me cuesta trabajo pensar que la mentira sea necesaria para mantener un orden, no necesitamos ser genios para saber que terminaríamos esclavizados a esa mentira.
Hace una semana El Obispo de Saltillo Don Raúl Vera recibió en Noruega el prestigiado premio RAFTO por su labor en la defensa de los más desprotegidos. Sus denuncias que tanto han incomodado en círculos de poder son verdades sobre violaciones, impunidades, abusos. Lamentablemente se habla de su valentía como un hombre de excepción, cuando necesitamos que sea el del hombre común.
Jesús es la Verdad y la Vida; el escándalo que rodeo al Nazareno en gran parte estaba basado en que se conducía con verdad, vino a traernos la verdad, a develar la verdad sobre el Padre, la verdad sobre quienes manipulaban la Ley, la verdad sobre quienes  necesitaban ser rescatados, desnudados, libres. Desnudaba los pensamientos de quienes pretendían hacerle tropezar, acusaba la mala fe de la gente; toda la verdad en él fue total, absoluta e impecable.
A Jesús lo mataron por decir la verdad, escandalizaba e incomodaba esa verdad; luego esa verdad revelada costó y sigue la vida de muchos cristianos fieles en sus convicciones. El profeta debe llevar la verdad sin temor.
Jesús fue abandonado por muchos, cuando develo la verdad sobre su carne, no los detuvo, no ajusto la verdad a sus escuchas, los dejo marchar; Solo sus cercanos se quedaron. Jesús libera a la samaritana en un dialogo bello sustentado en la verdad….dices bien…le diría Jesús a aquella mujer. La verdad no siempre es tolerada, "Apenas Jesús dijo aquello, uno de los guardias presentes le dio una bofetada y le dijo: —¿Así respondes al sumo sacerdote?  Jesús contestó: —Si he hablado mal, demuéstrame la maldad; pero si he hablado bien, ¿por qué me golpeas?"

La mentira empobrece, crea impunidades, castiga inocentes, daña, gobierna a quienes hacen uso de ella, confunde, divide, defrauda, se vuelve una forma de vida. “Los labios mentirosos son abominables para el Señor, pero los que practican la verdad gozan de su favor” proverbios 12,22
Negar la verdad es también mentir, el silencio cómplice es una forma de mentira, no existen la medias verdades. Las instituciones carecen de credibilidad, incluso las religiosas quienes entre tantos escándalos han visto minar su credibilidad entre los creyentes.
La verdad con caridad, si. Pero la sola caridad, sin la presencia de la verdad que descubra, que libere, que edifique, no es más que cisterna rota que no retiene agua. Las mentiras no descubiertas a tiempo, se fortalecen, se enquistan, se vuelven vicio, maña. La verdad es una característica esencial del Reino.
Necesitamos fortalecer la verdad, tener autenticas convicciones, recuperar confianzas, cercanías. Meditemos en esto, pensemos que nunca es tarde para cambiar el camino y dignifiquemos la verdad ante todo, pidámosle a Dios según su palabra:
“Aparata de mí el camino de la mentira, y en tu misericordia concédeme tu ley”. Salmo 119
“Señor no permitas que haga de la verdad, según mi comodidad, conveniencia, que la ajuste a mí persona manipulándola, siendo esclavo de la mentira” Amen
“Señor fortaléceme la convicción de seguir el camino de la verdad, por lo difícil que eso me resulte, por los riesgos que conlleve, aun siendo perseguido a causa de ella, consiente que en un mundo a merced del amo de la mentira solo la convicción de tu palabra me pondrá en camino; empújame a ser profeta y denunciar la mentira que tanto daña”. Amen
Señor no permitas que  olvide que la verdad y la caridad caminan juntas, una libera, la otra construye. Amen
Rezamos y Agradecemos Juntos!

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