domingo, 8 de mayo de 2011

El Amor, El Yo, El Tú, El Nosotros

Ven canta sueña cantado
vive soñando el nuevo sol
en que los hombres
volverán a ser hermanos.

Del Himno a la Alegría

El viernes pasado estuve siguiendo atento por tv la marcha por la paz que encabezaba el poeta mexicano Javier Sicilia de Cuernavaca al D.F., y hubo una escena  que llamó poderosamente mi atención: El poeta abrazaba a una señora que llevaba un cartel con la foto de un joven  y ambos lloraban incansablemente. Mi corazón me advirtió que el poeta consolaba a la señora, que el poeta lloraba también por el dolor de la mujer en un gesto de una hermosa y fraterna empatía solidaria.
El gesto de Sicilia que nació de su propio dolor se transformó en amor al prójimo y se volvió en un nosotros fraterno, solidario, con corazón.
Nadie puede dar lo que no posee, y solo un corazón que conoce del amor puede donarse.
¿Y nuestro corazón que alberga? ¿Nos amamos de la manera adecuada? ¿Somos lo suficientemente honestos para reconocer que necesitamos ser amados? ¿O en nuestro egoísmo, el “yo” es un filtro para el “tú”?
¿Y el “nosotros”, como funciona en nuestras vidas?
Se han multiplicado las trampas para fortalecer al “yo” y disolver el “nosotros”. El Hedonismo, el Materialismo y El Individualismo van agigantándose y parecemos incapaces de revertir la formula –disolver el yo para fortalecer el nosotros-.
Para quienes caminan en la fe el relato de los discípulos de Emaús, nos dibuja un nosotros al que le obscurece juntos, que les arde el corazón, que sienten pero no comprenden, que solo son capaces de “ver” cuando las llagas de Jesús son visibles. Entonces el nosotros trasciende, cobra otro sentido. El Secularismo es otra trampa a vencer.
Meditemos en el cómo conjugamos el “nosotros” en nuestras vidas, y como lo volvemos acción, abrazo, caricia, empatía, solidaridad, justicia, verdad, paz, AMOR.
Rezamos y Agradecemos “Nosotros” Juntos!

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