domingo, 12 de febrero de 2012

La valentía del Amor

Hace algunas semanas vi un video por televisión que llamó mucho mi atención, un niño hindú de no más de 4 años de edad atrapado en medio de un río que llevaba la corriente a gran fuerza. El niño se encontraba encima de una piedra totalmente asustado, mientras en la orilla decenas de personas buscaban como ayudarlo, algunas intentaban hacerle llegar una gran rama, pero todo parecía inutil. Luego el niño es llevado por la corriente y por la orilla se observa a la gente correr a la par, para no perder de vista al menor; entonces algó pasó... 2,3,4,5,6,7 ó mas personas se tiraron al agua casí al unisono, y de entre ellos emergió el menor, pareciendo como si las personas realmente formaran un dique contra la corriente del río justo a donde fue a parar el menor. El impacto de aquellas imágenes en mi fue profundo.

Mas allá de si aquellos hombre fueran ó no familiares del menor, lo maravilloso fué la valentía con que se tiraron al agua en pos de rescatar al menor. Quisiera creer (quizas romanticamente) que fué uno quien primero se lanzó al agua y que acto seguido fue imitado por los demás de manera casi espontanea. Tambien puedo comprender el temor de aquellos hombres, concientes de que entrar al agua pondría en riesgo sus propias vidas, pero estoy seguro que hubo un momento, un segundo en que fueron empujados a tal actitud heróica por la Fuerza del Amor.

Pienso de manera análoga que frente a nuestras vidas, tambien pasa mucha gente sufriendo de maneras diferentes como aquel menor en el río, y entiendo que la apatía, el egoísmo, el miedo, nos impidan lanzarnos en pos de "salvar" amando a quienes nos necesitan. Tambien pienso en que si rompemos las cadenas que nos impiden lanzarnos al agua, estarémos tambien ofreciendo esperanza a otros a que lo hagan, venciendose a sí mismos como ocurrió en el caso del niño.

Luego la pregunta díficil: ¿Y a mí quien me salva? Aquí puedo afirmar mas con una certeza del corazón que de la razón, que la vida de aquellos hombres que salvaron al menor, no volvió a ser la misma, y lo afirmo por una sencilla razón: Cuando el hombre descubre su capacidad de amar y la valentía de ese amor nada vuelve a ser igual, pues ya se ha generado una revolución interior que empuja fuerte.

Para quienes caminan en la fé, no queda ninguna duda sobre la valentía del amor que empujaba a Jesús, a quien su perfecto y sagrado lance de amor, lo llevó a la cruz, por tí y por mi.

Y bien; ¿Nos atrevemos a lanzarnos? Demosle oportunidad a la valentía de nuestros corazones.

Rezamos y Agradecemos Juntos!!




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