lunes, 18 de julio de 2011

El hijo pródigo un día después

...Pero el padre dijo a sus siervos:
"Traed aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle
un anillo en su mano y unas sandalias en los pies.

Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y
celebremos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto
 y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado".
Y comenzaron la fiesta...


De todos los libros escritos en la historia del hombre, ninguno es tan rico literariamente hablando que la Biblia, y de todos los libros de la Biblia lo es el Evangelio de Lucas y del Evangelio de Lucas lo es la Párabola del Hijo Pródigo Lc 15-11,32. (Para quienes caminamos en la fé, la Biblia es la palabra de Dios).

Quizás ninguna otra parábola represente tan claramente los alcances de la Débilidad humana y la grandeza del Amor de Dios. De la párabola se ha escrito mucho, algunos libros (partícularmente recomiendo "El abrazo del Padre" de Alessandro Pronzato).

La semana pasada despues de escuchar a alguien hablar de su proceso de conversión y su regreso a casa del Padre, vino a mí la recurrente sensación de que es corta  nuestra visión respecto a la parábola; entonces pensé, que quizás el detalle se encuentra en que consideramos que la historia concluye en el regreso a la casa del Padre, como si ese fuese el fín mismo. Partícularmente pienso que es justo en el regreso a la casa del Padre, cuando inicia la historia del Amor Pleno, cuando el proceso liberador se concreta y entonces deberíamos ver desde el Amor del Padre, el Amor al Prójimo, comenzar nuestra siembra, nuestra historia.
Pienso que siempre se corre el riesgo del egoísmo en un caminar cristiano mal entendido, en el que ya en casa, nos perdemos pensando en si podemos o no disponer de un cabrito para los amigos, si somos dignos o merecedores de Amor, o simplemente hacer como que la casa del Padre es solo para dos.

En la Parábola el hijo es revestido de toda dignidad por el Padre, porque su regreso significó para el Padre la oportunidad de Amarle como solo él sabe hacerlo, pero tambien en el hijo en su discernimiento encontró el reconocimiento de que ese Amor se extiende al empleado mas pequeño, al que nunca le falta nada que comer.

¿Que podemos suponer que pasa con el hijo pródigo un día después?
Mi corazón me dice lo siguiente: Que no se guardó para sí todo el Amor recibido, sino que vivió la plenitud del Amor del Padre, en el Amor a los demás. Encontró en la donación un regreso fraterno a la casa del hermano.

San Pablo, La Magdalena, San Agustín, San Francisco de Asís, Santa Margarita de Cortona, San Gabriel de la Dolorosa, San José de Calazans, Santa Teresa, San Guillermo, San Juan Gualberto, San Dimas, San Conrado de Piacenza, San Ignacio de Loyola, Santa Eudoxia, Santa Afra, Santa Daría, Santa Sira, etc., etc., todos ellos grandes pecadores, que a su regreso a casa encontraron la convicción de amar al prójimo con valentía, con coraje y con todo sacrificio, y eso ha hecho de nuestro mundo un lugar mejor. Se donaron a los demás.
Me despido con una breve oración: "Padre Bueno, que encontrandote a tí, encuentre al prójimo  y pueda replicar tu amor en él, que reconozca la amplitud de tu casa y a sus moradores. Amén"
Rezamos y Agradecemos Juntos!

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