lunes, 24 de agosto de 2015

Ira reprimida

El sol pegó sobre su cabeza hasta
que se sintió tan débil que deseaba morirse.
Y exclamó ¡es mejor morir que vivir así!
Entonces Dios dijo a Jonás: ¿Acaso tienes razón
de enojarte porque la planta murió?
   ¡Si replico Jonás, tan enojado que quisiera morirme!   
 Jonás 4:8b-9

La semana pasada me tocó ver dos videos de los muchos que abundan en las redes que nos hablan de una terrible realidad actual:

El primer video muestra a una mujer que acude a una taquilla a comprar boletos para una función de cine, según se explica, la señora pedía boletos para una película clasificada para adultos pero iba acompañada de un niño, por lo que la empleada le dijo que el niño no podría entrar a la sala, a lo que la señora le reclamó con agresiones verbales para finalmente propinarle un severo puñetazo a la empleada del cine.

El segundo video muestra a un adolescente de lento aprendizaje en un salón de clases de secundaria siendo severamente hostigado por sus compañeros de clases; burlas y ofensas dieron pie a la agresión física y el alumno agredido solo en el silencio. Un compañero de manera muy particular se ve sumamente agresivo, lleno de odio y es quien finalmente lo agarra a puñetazos. Todo esto ante la mirada alegre y festiva de todos los compañeros de clases.

Ambos videos son profundamente lastimosos, exhiben una lacerante realidad actual... la intolerancia, la pronta frustración, la fácil agresión, el nulo control, la poca empatía, el coraje arraigado...odio... y atrás de esto, escondido esta un cáncer: La Depresión. Nos estamos convirtiendo en una sociedad depresiva; estos casos no son aislados, son hechos cada vez mas comunes. La depresión crece en números alarmantes. La ira reprimida es sinónimo de depresión. La furia es el disfraz de la tristeza.

¿Recuerdan aquella campaña de contar hasta 10 ante un enojo?... cuanta falta hacen campañas así, que nos ayuden a identificar y empezar a dar pasos para resolver este grave problema. En el entendido de la complejidad de esta problemática y de que existen especialistas para tratarla, les comparto una formula sencilla para empezar, quizás para nosotros mismos o para alguien a quien conozcamos y podamos compartirla:


1.- Reconocer la ira reprimida y las razones de la misma
2.- Resolver la pregunta en cada uno de esos recuerdos o cosas que te generan ira, ¿Por qué me enoja tanto cuando……?
3.- Expresar y compartir (socializar) todo lo anterior en un forma tranquila y de aceptación de mis luchas humanas, perdonándome y pidiendo perdón

Para quienes caminamos en la fe, soy un convencido de que además de lo anterior, la oración es la más eficaz de todas las medicinas...Debemos fortalecernos como una comunidad orante... ya lo dice el dicho "La oración es la fortaleza del hombre y la debilidad de Dios"...

Rezamos y agradecemos juntos!!

Demian Garza

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