...Y en la
luz desnuda ví
Diez mil
personas, quizás más.
Gente
hablando sin conversar,
Gente
oyendo sin escuchar.
Gente
escribiendo canciones que las voces jamás compartirán
Y nadie
osó molestar a los sonidos del silencio.
'Tontos,'
dije, 'no saben
Que el
silencio es como el crecimiento de un cáncer.
Escuchen
mis palabras que podría enseñarles,
Tomen mis
brazos que podría alcanzarlos.'
Pero mis
palabras como silenciosas gotas de lluvia cayeron,
E hicieron
eco en los pozos del silencio...
Fragmento de la Canción
"Los Sonidos del Silencio"
Simon and
Garfunkel
En
el año de 1964 el dueto formado por Simon y Garfunkel escribieron la canción
Los Sonidos del Silencio como expresión al asesinato de John F. Kennedy, el
dolor y el sentimiento ahogado, congelado, carente de palabra, de
voz, de sonido... hoy a mas de 53 años de haber sido escrita, la letra de dicha
canción se muestra profética en un mundo complejo pero marcado por cultos que
giran solo alrededor de nosotros mismos y con una visión tan estrecha y
reducida que cada vez somos más incapaces de ver al "otro" y más aún, de escucharnos los unos a los otros.
Resulta
paradójico que en la época de "estar conectados" algo se
desconectó o se está desconectando dentro de nosotros; Hoy la Depresión es la
enfermedad que se expande a un ritmo acelerado, lo que antes fue el estrés,
ahora es algo más profundo que se apodera por igual de niños, jóvenes y
adultos. La depresión es un trastorno en el estado de ánimo donde aparecen
sentimientos de dolor profundo, ira, frustración y soledad. Resulta que a
la mano de un clic en nuestros celulares podemos "establecer
comunicación" con otros, que en una pantalla podemos ver lo que hacen y
viven los otros y podemos también compartir sobre nosotros
mismos...entonces? Porqué la soledad?
El
sociólogo y filósofo Zygmunt Bauman nos revela una dura verdad: "Hemos
llegado a un punto en el que pasamos más tiempo frente a pantallas que frente a
personas y eso tiene efectos perturbadores que no solemos percibir"
"Vivimos en dos mundos paralelos y diferentes: El Online y el
Offline". Según investigaciones pasamos en promedio más de 7 1/2
horas frente a la pantalla. Vivimos sumergidos en el silencio,
en la gran trampa del estar sin estar, del escuchar sin escuchar, del tocar sin
tocar; En los sonidos del silencio.
Aquí
la pregunta incomoda pero necesaria: ¿Podremos cambiar el rumbo, o estamos
condenados a un viaje sin retorno? No esperemos grandes campañas en medios que
nos inviten a dejar el celular y a conectarnos con el otro de manera plena, no
debemos dejar a un lado que "la vida online" genera
muchísimo dinero y hay intereses poderosos... Por tanto nos toca a cada
uno de nosotros liberarnos de esa matrix y un primer ejercicio práctico,
sencillo y poderoso que se me ocurre, es distanciarnos de la pantalla hasta el
punto de darnos cuenta de que si no estamos "conectados en línea" no
pasa nada, y un paso paralelo deberá de ser siempre procurar al otro con
nuestra presencia, nuestra voz, nuestra mirada, nuestro abrazo.
Para
quienes caminamos en la fe tenemos al maestro Jesús conectando con lo más
profundo de cada una de las personas que encontró en su camino; paralíticos,
leprosos, viudas, ciegos, señalados, con cargas, con dolores, con duelos...cada
uno de ellos recibió la palabra, la mirada, el amor fraterno y solidario del
maestro de manera directa, y cada uno de ellos fue restaurado y en su transformación se volvieron
replicadores de ese amor, la gran formula en la que todos ganamos, y la soledad se esfuma. Nuestra misión cristiana deberá entonces centrarse no en una pantalla, sino en la persona, sembrando amor cercano, que abrace,
aliente y conforte, al otro y a nosotros mismos.
Rezamos
y Agradecemos Juntos!
gracias, buena analogía y triste realidad
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