lunes, 10 de enero de 2011

Ejercitar el Corazón

…El problema no es
despeñarse en abismos de ensueño
porque hoy no llegó
al futuro sangrado de ayer
El problema no es
que el tiempo sentencie extravío
cuando hay juventudes
soñando desvíos
El problema no es
darle un hacha al dolor
y hacer leña con todo y la palma
El problema vital es el alma
El problema es de resurrección
El problema señor
será siempre
sembrar amor.
(Extracto canción El Problema S. Rodríguez)

En un ejercicio estadístico dado a conocer  recientemente se dan a conocer cuáles son los propósitos más  comunes  de año nuevo, es decir, aquello que juramos el último minuto del año anterior y que por lo menos en ese momento consideramos prioritario, o bien necesario según sea el caso. Los propósitos son los siguientes: dejar de fumar, hacer ejercicio, comenzar la dieta, ahorrar dinero, disminuir el consumo de alcohol, encontrar trabajo (ó un mejor trabajo según el caso), buena alimentación, viajar, estudiar algo, reducir el estrés en el trabajo.
Es claro que cualquiera de los propósitos mencionados son de obra buena para el hombre, sin embargo pienso en los propósitos del corazón, propósitos que cubran necesidades del corazón, aquellos que aparecen cuando cerramos los ojos y en nuestro desierto interior se nos revelan o bien nos son revelados. Propósito de Perdón, de Cercanías, de Solidaridad, de Fraternizar, de Rescatar o ser Rescatados, de AMAR.
Por ello les comparto una humilde propuesta: Ejercitar el Corazón partiendo de la siguiente premisa: Todo lo bueno contenido en el alma del ser humano se anida en el corazón.
Como ocurre con  nuestro cuerpo, también tenemos corazones obesos, flojos, sin práctica, tensos, y más aún, contaminados, egoístas, presumidos, dañados, lastimados, heridos, tristes, sin ánimos, etc.; entonces al igual que con nuestro cuerpo le damos al corazón limitadamente solo un uso básico.
Diseñemos nuestras rutinas para ejercitar nuestros corazones y como es natural a falta de práctica, podríamos iniciar con ejercicios simples como recordarle a la gente cercana lo importante que son para nosotros, comunicarles que les amamos.  Aplicar la de por lo menos 5 abrazos diarios también es básica, la llamada a quienes tenemos tiempo de no ver, interesarnos en quienes nos rodean, y así pequeños pasos, que nos permitan después escalar otro nivel donde se encuentra el perdón, la reconciliación, la comprensión, matar egoísmos, la práctica de la humildad, entre otros. Y finalmente descubrir todo el potencial que posee el corazón de cualquier ser humano, y hacer efectiva la verdad, la paz, la justicia y el amor en plenitud.
Jesús es el gran ejemplo de un corazón usado a plenitud, al extremo. En la época de Jesús quizás no había los adelantos tecnológicos de hoy, pero si existían muchos de los problemas que envilecen al hombre como hoy. Siempre he pensado que cuando Jesús se apartaba solo  o se levantaba muy temprano a orar, pensaba en todos aquellos con quienes se cruzaría durante el día y alimentaba en su corazón la convicción de amarles. Su capacidad humana e ilimitada de amar es de todos conocida.
Pensemos y meditemos que siempre es tiempo de comernos nuestras doce uvas, de pedir nuestros doce deseos, de escribir nuestros propósitos y que unos y otros sean a favor de realizar el bello e indispensable ejercicio de suma para el Amor.
Rezamos, Amamos y Agradecemos Juntos!!

1 comentario:

  1. Excelente artìculo
    Todo se resume en el AMOR como dijo Jesucristo AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS COMO YO OS HE AMADO
    y en el PERDÒN es más facil amar que odiar , el amor es benigno , es paciente, todo lo soporta no es jactancioso , es sufrido el amor nunca deja de ser. ni lo alto ni lo bajo nos apartarà del amor de Dios
    Es màs facil perdonar y olvidar que odiar Maestra Enedelia Santos Guevara

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