lunes, 14 de febrero de 2011

¿Empezamos hoy?

En los evangelios hay una lectura cuya meditación y práctica podría reencausar para bien tantas y tantas cosas en nuestra sociedad, se encuentra en el libro de Marcos y narra a Jesús en una casa en Cafarnaúm atestada de gente, y cuatro personas cargando en camilla a un paralitico queriendo entrar a verlo, y como les era imposible, hicieron algo increíble: abrieron un boquete en el techo y descolgaron al paralitico adentro de la casa donde se encontraba Jesús.

El pasaje no da muchos datos sobre el enfermo, ni sobre las personas que le ayudaron, y eso me parece muy justo, ya que tal esfuerzo por alguien no queda supeditado al lazo familiar, a la paga, a interés alguno como tal, por tanto asumo que tal acto de amor por una persona lo puede realizar cualquiera.

Muchos de los valores pilares en el hombre están débiles y están también en una camilla necesitando de nosotros, de nuestros cuidados, pero sobre todo de nuestra creatividad para no darnos por vencidos porque no encontramos como llevarlos a donde pertenecen.

Los valores fundamentales como son la justicia, la verdad, la paz y la caridad cuentan con nosotros, y debo decirlo claramente, en mi opinión no se trata de portarse bien y no meterse con nadie, esa es una posición muy cómoda que solo nos oxida, somos depositarios de una beta enorme de extraordinario amor.

Les propongo un ejercicio fraterno para que nuestros valores empiecen a fortalecerse, ayudemos a alguien que necesite algo, cualquier cosa, puede ser desde un consejo, una cobija, un refrigerador, una medicina, puede ser una escuela que necesite una manita de pintura, comprar algo para algún orfanato, visitar a algún familiar de desaparecidos y darle apoyo moral, conocer la realidad de un grupo vulnerable (invidentes, paralíticos, enfermos de cáncer, sida, huérfanos, viudas, etc.), lanzo ideas al aire, si alguien conoce algún caso puede hacerlo saber..

¿Alguno de ustedes se anima a empezar a practicar?

La camilla es grande y se necesitan muchas manos para cruzarla por el techo.

Empecemos a generar amor.

Rezamos, ayudamos y agradecemos juntos!

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